Moscú, Rusia.- Chile, uno de los grandes favoritos a alzarse con el título, debuta mañana, domingo, en Copa Confederaciones ante Camerún con todas sus estrellas a punto, con la excepción de Claudio Bravo, que se quedó fuera de la convocatoria por lesión.
En su primera participación en este torneo, La Roja intentará empezar con buen pie después de que los últimos dos amistosos dejaran algunas dudas, especialmente en defensa, ya que el equipo recibió cuatro goles.
Precisamente, Johnny Herrera fue criticado tras la derrota sufrida en Rumanía (3-2), partido en el que los chilenos se dejaron ‘robar la cartera’ tras marcar dos goles en los primeros veinte minutos, aunque es verdad que Medel fue expulsado a la media hora.
En víspera del partido ante Camerún, Marcelo Díaz admitió que «Bravo es el máximo referente» del equipo, más aún cuando no se había perdido ningún partido, ni en las últimas dos Copas Mundiales ni en las anteriores cuatro ediciones de la Copa América.
No obstante, en un intento de respaldar al jugador del Universidad de Chile, a renglón seguido destacó que Herrera «también es un gran portero».
Esa es la principal duda de Juan Antonio Pizzi, ya que el resto del equipo, en el que todos los futbolistas destacan por su movilidad, está más o menos definido.
La defensa tipo está formada por Isla, Jara, Medel y Beausejour, aunque la facilidad con la que Chile encaja goles puede obligar a Pizzi a reforzar el centro del campo con un futbolista más de brega.
El jugador del Bayern, Arturo Vidal, es fijo en el medio, al igual que Aránguiz, pero Díaz y Pablo Hernández, compañeros en el Celta, no coincidieron en el campo ante rumanos y rusos.
Tradicionalmente, Pizzi ha apostado por un equipo muy ofensivo con tres delanteros, en los que Fuenzalida juega más en banda, Vargas por el centro y Alexis Sánchez tiene plena libertad.
Además de ayudar a su equipo a lograr los tres puntos, Alexis tiene la oportunidad de convertirse en el máximo goleador de la historia de la selección chilena, ya que ahora está empatado a 37 goles con el legendario Marcelo Salas.
Mientras, Puch o Martín Rodríguez esperarán su oportunidad en el banquillo en caso de que el partido se tuerza.
Uno de los líderes espirituales del equipo chileno, el defensa Jara, intentó bajar los humos a los más optimistas, tanto periodistas como los miles de chilenos que han viajado desde Chile a apoyar al equipo, y cedió la vitola de favorito a alemanes y portugueses.
«Nosotros no somos favoritos. Están Alemania y Portugal», comentó y recordó que los futbolistas como Cristiano Ronaldo quieren ganarlo todo.
Mientras, Camerún ya sabe lo que es jugar la Copa Confederaciones, ya que ésta será su tercera participación, aunque hacía 14 años que no disputaba este torneo.
Los «leones indomables» llegaron a la final en su última participación en 2003, aunque su brillante actuación se vio empañada por la muerte repentina en las semifinales ante Colombia de Marc Vivien-Foe.
Tras alzarse brillantemente con la Copa de África ante Egipto, el equipo africano dirigido por el belga Hugo Broos espera hacer olvidar las largas sombras de Foe y del mejor futbolista de su historia, Samuel Eto’o, retirado desde 2014.
Una buena actuación en Rusia daría además ánimos a los africanos, que han arrancado con mal pie la fase de clasificación para el Mundial y que tienen partidos decisivos en agosto y septiembre.
No ayudará la reciente derrota sufrida en España ante Colombia, en la que el madridista James y compañía aplastaron a Camerún, aunque Broos introdujo muchos cambios para dar descanso a varios de los titulares habituales.
La falta de experiencia es el principal hándicap de los cameruneses, ya que sólo dos jugadores convocados, Sébastien Siani y Ernest Mabouka, superan los veintiocho años de edad.
En la portería destacan dos guardametas criados en La Masía, pero que tuvieron que emigrar por falta de oportunidades: Fabrice Ondoa y André Onana.
Al parecer, Ondoa, que milita en el Sevilla Atlético, parte con ventaja sobre Onana, que juegan en el Ajax de Amsterdam, con el que alcanzó esta temporada la final de la Liga Europa.
Su principal amenaza ofensiva es Vincent Aboubakar, exdelantero del Oporto y que ahora milita en el Besiktas, con el que se proclamó este año campeón de la liga turca.